Un oriental fresco. Audaz. Brillante. Sensual.
La lavanda crea un contraste con la envolvente sensualidad de la vainilla Tahitensis, aportando audacia y frescura a la fragancia. El jazmín Sambac, recogido al amanecer, le da al perfume Mon Guerlain toda su delicadeza. El sándalo australiano da fuerza al nuevo perfume de Guerlain, conservando su naturaleza misteriosa.
Refinado y sofisticado es el frasco «trébol de cuatro hojas» SÍMBOLO de la Maison desde 1908. Refinado y esencial, adornado con un hilo de oro rosa, expresa la verdadera esencia de la feminidad moderna.
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